Diwali, el Festival de la Luz
Almas amorosas y divinas,
Que las más selectas bendiciones de Dios y de los maestros sean con todos vosotros. Aprovecho esta oportunidad para orar por ustedes y enviarles mis mejores deseos con motivo de Diwali, el Festival de la Luz, que se celebrará el 4 de noviembre de este año.
Diwali es el día de luna nueva que tiene lugar entre los meses de octubre y noviembre (Margashirsha), en una fría noche de otoño cuando no hay luna en el cielo. Diwali o Deepavali (Festival de la Luz) es una danza de oscuridad y encendemos lámparas para celebrar. Luz y vida. La luz es amor. La luz es conocimiento. La luz es calor. La luz es celestial, mientras que la oscuridad se describe como el infierno. Las casas de los ricos siempre están llenas de luz e iluminación.
Dos días antes del Festival de la Luz, se celebra el cumpleaños de Dhanvantari, el médico celestial cuyo aporte para todos nosotros fue el Ayurveda. Tu nacimiento simboliza salud y felicidad en todas partes. El día antes de Diwali es el día en que murió un asura llamado Naraka (infierno). El Señor Krishna causó su caída. Las cualidades asúricas crean un infierno en la vida. Cuando vivimos una vida de luz, conocimiento y amor, florecen la paz, la armonía y la divinidad.
Naraka fue derrotado en la decimocuarta luna. En el día de la luna nueva celebramos Diwali en honor al Señor Krishna, quien eliminó Naraka (infierno) y liberó a dieciséis mil cien jóvenes princesas que fueron secuestradas y mantenidas cautivas por la fuerza.
Si queremos eliminar el infierno y la hostilidad de nuestras vidas, debemos intensificar nuestro amor por el Señor. Destruirá nuestros vicios. La oscuridad es el infierno y la luz es celestial. Conocemos nuestros vicios y nuestras debilidades y debemos vencerlos con la fuerza de nuestra virtud y divinidad.
En este día especial de Diwali, le pido al Señor que nos conceda la fuerza para destruir nuestros vicios internos y males sociales. Oro para que podamos enfrentar el desafío de ser individualmente divinos y colectivamente hermosos.
Con amor,
Prajnanananda