Pascua y Pesaj
Almas amorosas y divinas,
Que las más selectas bendiciones de Dios y de los maestros sean con todos vosotros. Aprovecho para orar por ustedes y enviarles mis mejores deseos en esta ocasión de Pesaj y Pascua.
La Pascua es una ocasión especial para los judíos, y la Pascua es especial para todos los que aman a Cristo. Este año, estas dos ocasiones tienen lugar entre el 27 de marzo y el 4 de abril.
Pesaj es la mayor fiesta judía de la primavera y conmemora la liberación de los hebreos de la esclavitud en Egipto. Es un evento histórico con significado espiritual. El pueblo de Israel era esclavo en Egipto, pero Moisés los liberó de esa miserable condición y los condujo a la tierra de la leche y la miel.
Espiritualmente, cada ser humano vive como esclavo de su mente turbulenta, ego y poderosos órganos de los sentidos. Maestros espirituales como Moisés nos enseñan cómo liberarnos de estas fuerzas y vivir libremente en la tierra del amor y la devoción.
El Viernes Santo y la Pascua están asociados a Jesús, la encarnación del amor, la compasión y el perdón.
La Pascua tiene lugar el primer domingo después de la primera luna llena que sigue al equinoccio vernal. Celebra la resurrección de Cristo. El Viernes Santo es el viernes anterior al Domingo de Resurrección, cuando se conmemora la crucifixión de Cristo.
El viernes por la noche, Jesús fue crucificado. Se levantó temprano el domingo por la mañana. Resurrección tiene muchos significados: uno es la resurrección de Cristo de entre los muertos; otra es la resurrección de los muertos en el Juicio Final.
Jesús demostró que venció a la muerte. La muerte no tenía sentido para él, porque era un hijo inmortal de Dios. Todos somos hijos de Dios, los hijos de la inmortalidad ( amritasya putrah ). Pero, ¿qué nos pasó? Viviendo en la ignorancia y un estilo de vida incorrecto, tememos a la muerte y andamos a tientas en la oscuridad. Debemos rugir sin miedo como leones. Debemos vivir con sabiduría y amor.
Resurrección significa volver a vivir, a practicar, a recordar ya usar. Debemos aprender a vivir con amor y revivir ese amor en la mente y el corazón de los demás. Debemos aprender a recordar nuestra relación con nuestro Amado.
La Santa Biblia (Juan 11:25-26) dice: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá”.
Debemos intensificar nuestro amor por Dios. Debemos traer nueva vida a nosotros mismos. Esta celebración nos recuerda que debemos vivir en constante oración. Y que también debemos practicar el perdón en nuestras mentes y corazones. Siempre debemos recordar la oración de Jesús en la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Estos días son muy queridos para mí. Estoy orando para que toda la creación y todos los seres vivos despierten, así como María Magdalena despertó para presenciar la resurrección divina. Estoy orando por todos ustedes, y les envío mi amor a todos ustedes.
Con amor,
Prajnanananda