Alma amada y divina,
Que las más selectas bendiciones de Dios y de los maestros sean con todos vosotros. Aprovecho esta oportunidad para orar por ti y por toda la creación mientras celebramos la Navidad y el Año Nuevo.
Feliz Navidad y Año Nuevo para todos ustedes.
Estas celebraciones tienen dos significados: honrar la llegada del Príncipe de la Paz y recordarnos que usemos sabiamente nuestro precioso tiempo. El amor por Cristo y el uso sabio del tiempo son realmente lo mismo.
Nuestro amor por todos se refleja en nuestra vida diaria y en nuestras actitudes durante nuestras actividades rutinarias. Así como la miel añadida a la leche aumenta su dulzura, del mismo modo las enseñanzas de grandes seres como Krishna o Cristo añaden belleza a nuestras vidas.
Al comenzar el Año Nuevo, reflexionemos sobre algunas preguntas planteadas por los antiguos sabios de la India mucho antes del nacimiento de Cristo:
ko deshah kani mitrani kah kalah kau vyayagamaukascaham ka cha me shaktih iti chintyam muhurmuhuh“¿Dónde está mi ciudad natal? ¿Quiénes son mis amigos?¿Que es el tiempo? ¿Cuáles son mis ingresos y gastos?¿Quien soy yo? ¿Cuál es mi verdadera fuerza o la fuente de mi energía?”
Un buscador sincero debe deliberar sobre estas preguntas constantemente.
Contemplemos en este versículo:
¿Dónde está mi ciudad natal?
Sin duda, debemos amar nuestro hogar, pueblo, ciudad o país. Pero debemos expandir este amor a todo el universo y debemos vivir para servir a todos con el sentimiento de que todos nos pertenecen y nosotros pertenecemos a todos. Nuestras vidas no deben estar dirigidas a lastimar a los demás, especialmente a los seres vivos.
¿Quiénes son mis amigos?
El mundo entero es mi hogar temporal y todos en el mundo son nuestros amigos. Nadie es un enemigo y no debemos desagradar u odiar a nadie. Todos los seres vivos son nuestros amigos. Verdaderamente, solo Dios y los gurús son nuestros verdaderos amigos. Los buenos libros son nuestros amigos. El silencio y la reclusión son como amigos.
¿Que es el tiempo?
El tiempo no se calcula en días, meses o años; se calcula a través de cada respiración y cada acción. La vida no es más que tiempo, acompañada de talento y oportunidades. Debemos hacer el mejor uso posible de ellos. No debemos desperdiciar ni un solo respiro.
¿Cuáles son mis ingresos y gastos?
La gente calcula sus logros en la vida midiendo la acumulación de riqueza material. Pero nuestra verdadera riqueza es el amor, la devoción y la sabiduría, acumulados a través de sadhana (prácticas espirituales) y buenas obras. Que nuestros órganos de los sentidos, la mente, la inteligencia y el tiempo se utilicen para recibir el tesoro espiritual.
¿Quien soy yo?
Esta es la pregunta fundamental y debemos tratar de encontrar la respuesta a través de la meditación y las acciones correctas y mediante el autoanálisis y el autocuestionamiento.
¿Cuál es mi fuerza real o mi fuente de energía?
Algunos piensan que es la fuerza y la salud del cuerpo; otros piensan que es el dinero o los amigos y la familia, pero debemos reflexionar profundamente y encontrar la verdadera respuesta. La respiración es nuestra fuerza. Las buenas obras son nuestra fuerza. Y sobre todo, Dios y los maestros son nuestra verdadera fuerza.
Comencemos este Año Nuevo con una transformación positiva, creando más amor, alegría y paz, para que cada respiro sea una celebración. Que las bendiciones de lo Divino estén sobre todos nosotros y en todas partes.
Con amor,
Prajnanananda